Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres     

1 Noviembre 1973 - Fiesta de Todos los Santos y Víspera de la Fiesta de todas las Almas

 

Verónica - Esta es Verónica.  He rezado por la instrucción del Cielo, y debido a la urgencia de la Advertencia y del Castigo venideros, debo continuar con el Mensaje del Cielo para el mundo.  Las vigilias no deben detenerse en el Santuario.  Las oraciones de expiación no deben detenerse.  Es la voluntad del Padre.

Nuestra Señora - "Hija Mía, la prueba ha llegado..." (Pausa).

Verónica - Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.  Amén.  (Pausa).

Nuestra Señora - "Las fuerzas del mal se han reunido para detener las buenas obras;  sin embargo, hija Mía, no debes temer, porque Nosotros te hemos preparado para este momento. El Mensaje del Cielo irá a través del mundo en el corto tiempo que le queda al hombre.  Penitencia, expiación y sacrificio.

“He ido a través del mundo derramando lágrimas por una generación degenerada.  Hija Mía, el Padre ahora considera necesario  enviar sobre ti una intervención del Cielo..."

            El mensaje de Nuestra Señora en este momento fue interrumpido por la llegada de miembros de las autoridades parroquiales.

Una carta de Monseñor James P. King para el Padre Powell es leída por el Padre Powell, que declara que ellos, el clero local, han "revisado toda la información en relación a estas vigilias, y sólo pueden concluir que no puede  asociarse ningún significado sobrenatural"  Por lo tanto, ellos deben parar estas reuniones;  que por lo tanto, "la propiedad de la iglesia está fuera de límites para uso devocional."

Después de la lectura de la carta, los funcionarios eclesiásticos dejaron los terrenos sin permitir que Verónica hiciera una defensa pública de las vigilias de oración.

Verónica luego procedió a dar una explicación de por qué las vigilias eran llevadas a cabo y que deberían continuar llevándose a cabo.

Verónica - He estado hablando aquí con Nuestra Señora en mi corazón.  Nuestra Señora dice, si hubiéramos sido abordados en verdad y en justicia, entonces hubiera estado subyugada a obediencia.  Pero ya que fui abordada por un agente de satanás, no tengo por qué seguirlo.

Por lo tanto, las oraciones continuarán para aquellos quienes tienen la fortaleza de ponerse de pie y ser contados.  Es ahora demasiado tarde para ser juzgados por una opinión personal.  Es ahora demasiado tarde para acceder a los maestros quienes desean destruir las almas y rendirlas a satanás.  Por lo tanto, no tienes que seguir el camino al infierno.  Rechacen a aquellos, dijo Nuestra Señora, y consulten con su Biblia, porque en los últimos días vendrá en ustedes maestros falsos, uno que vive con orgullo y arrogancia, usando sus altos puestos para guiar a otros por el camino hacia el infierno.

Por lo tanto, vayan adelante en la Fe.  Oración, expiación, y sacrificio, más ahora que siempre, para aquellos quienes han sido tomados por satanás y están siendo usados como instrumentos del príncipe de las tinieblas.  (Pausa).

Nuestra Señora - "No os desaniméis, hijos Míos.  ¿No reconocisteis los signos de los tiempos?

“Verónica, hija Mía, ¿por qué estás tan desalentada? ¿No te dije que satanás había entrado en la Casa de Mi Hijo?  Oración y expiación, hija Mía.  Pronto tu obligación será mucho más fácil.

“Ahora Mi Hijo bendecirá a estos amados hijos quienes han seguido la ley dorada."

Verónica - Ahora Jesús viene hacia aquí.  ¡Oh!  ¡Oh! Oh, es el lado derecho del asta de la bandera.  Oh, y Jesús tiene puesta una bella capa roja.  Es de color borgoña.  ¡Oh!  Y Él está de pie;  El ve - oh, Él sonríe, pero se ve tan triste.  Jesús dice:

Jesús - "Ahora comprendes, hija Mía, como Me siento.-  Se te dio la flor, el pétalo, con la cruz pesada.  Te preparamos, hija Mía, con los signos."

Verónica - Oh, sí.  Nuestra Señora ahora sonríe.  Y Ella extiende Su Rosario.  ¡Oh!  Ahora Ella viene justamente hacia el extremo.  ¡Oh!  ¡Oh! Oh.  Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Gran valor será necesitado en los días venideros.  Rezarás mucho, y el Padre te aconsejará sobre tu siguiente curso.  Divulga el mensaje, hija Mía, con gran celeridad.

“¿No te advertí que los agentes de las tinieblas tratarían de detener la verdad?  No tengas miedo, hija Mía.  No es al hombre a quien debes temer.  El hombre ha perdido su camino;  él está en una oscuridad profunda.  La oscuridad ha entrado en los corazones de muchos.  Muchos en la Casa de Mi Hijo ahora han tomado el camino a las tinieblas.  Reza por ellos, hija Mía.  No los castigues de ninguna manera, sino reza para que la Luz se les dé."

Verónica - Ahora Nuestra Señora eleva Su mano con el bello Rosario.  ¡Oh!  Ella tiene un bello Rosario blanco con una cruz dorada.  Y Ella sostiene la cruz hacia arriba.  Y ahora Ella bendice a todos con la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Jesús está de pie a la par de Nuestra Señora, y Él sostiene una bola en Su mano izquierda, con una cruz en la parte superior de ésta.  Y ahora con Su mano derecha, Jesús hace así:  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Jesús sonríe.  ¡Oh!  Yo, oh, sí.  Yo - oh.  Yo - sí.  Le dije a Jesús que me siento tan mal, pero El no se ve tan dolido.  Y Él dice que:

Jesús - "Las pruebas pronto terminarán y vendrá el reconocimiento para todos.  El Padre tiene un plan para despertar a aquellos quienes se han dormido en Mi Casa."

Verónica - ¡Oh!

Jesús - "Ahora, hijos Míos, continuad con vuestras oraciones de expiación."

Verónica - Y ahora Jesús eleva Su mano, y El ahora señala hacia allí, oh, por los árboles.  Oh, Él bendice con Su mano de esta forma: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Él viene hacia acá con Nuestra Señora.  Nuestra Señora se ve muy bella, pero Ella se ve, oh, tan diminuta cerca de Jesús ahora.  Oh, es porque Él es un poco más alto.  Él es un poco más alto que Nuestra Señora;  Lo hace verse muy alto.

Y ahora Ellos vienen hacia el lado izquierdo del asta de la bandera.  Y, oh, Nuestra Señora y Jesús ahora - Nuestra Señora eleva el Rosario.  Las cuentas son muy brillantes.   Las secciones blancas de las cuentas destellan como perlas.  Y ahora Jesús eleva Su mano ahora.  Oh, pero Él sostiene la cruz.  El toma la cruz del mundo y Él la sostiene ahora arriba de Su cabeza.  Ahora Él bendice a todos con la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Jesús gira, y El está muy cerca del asta de la bandera.  Y Él extiende la cruz.  La cruz está hecha sólo de madera; no tiene el corpus, solamente la madera.  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Y ahora Él va de nuevo hacia el lado derecho, nuestro lado derecho, y Él extiende la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Jesús dice:

Jesús - “Todas las tarjetas de naturaleza divina y todos los sacramentales han recibido la gracia de conversión y de curación.

“Sabed que esta noche os habéis unido a Mí en la cruz.  Por lo tanto, ya que Me habéis reconocido ante el hombre, Yo os reconoceré ante el Padre.  Hijos Míos, habéis escuchado el llamado de Mi Madre, y seréis contados entre aquellos salvados.

            "Por lo tanto, preparaos para los días venideros.  Rezad mucho, usad vuestros sacramentales, y tened cuidado del amanecer.  No miréis al destello.  Rezad; rezad mucho durante esos días.  El mundo entrará en una profunda oscuridad.  La oración será vuestro único recurso.  La luz titilará a través de todo el mundo, y el hombre será sumergido en una oscuridad pesada.  Mi Madre estará aquí en estos Terrenos sagrados.

“Los santos claman en el Cielo por una retribución en contra del hombre malo.  La balanza se ha caído pesadamente hacia la izquierda, y ahora el hombre recibirá la recompensa justa para su maldad.

“Todos los que habéis permanecido en la Luz pasaréis a través de este gran cataclismo sin temor, sabiendo que está en el plan del Padre sacudir de los árboles toda la fruta podrida.  Amén,  amén, os digo:  ¡Esta generación no pasará sin castigo!"

Verónica - Ahora Jesús eleva Su mano: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Ahora Jesús señala hacia arriba. ¡Oh!  ¡Hay una tremenda bola!  ¡Oh!  Oh.  ¡Es, es, oh, es enorme!  Es la cosa más grande que haya visto en mi vida.  Y gira, y gira, y viaja a través del cielo.  Y ahora el sol, el sol - oh, ¡es casi del tamaño del sol!  ¡Oh!

Ahora a medida que gira, gana fuego.  Empieza a tornarse muy roja.  Y empieza a tirar chispas y rocas.  ¡Oh!  Oh, no miren hacia el amanecer.  ¡Los cegará!  ¡Oh!  ¡Oh!  ¡Oh, oh, oh!

Ahora se pone muy oscuro, y no puedo ver a nadie.  Ahora Nuestra Señora se adelanta - ¡oh!  Nuestra Señora sale.  Es como si el cielo se haya puesto todo negro.  Y Nuestra Señora viene hacia adelante.  Ella dice:

Nuestra Señora - "Valor, hija Mía.  ¿Puedes esperar menos de lo mucho que Mi Hijo recibió?  ¿No reconoces los signos de tus tiempos?  Ahora el mundo pasará por una prueba severa de sufrimiento.  Todo lo que está podrido caerá.  Y todo lo que permanecerá serán aquellos quienes se unirán a Mi Hijo en triunfo glorioso en el establecimiento del Reino.

            "Yo estaré aquí, hija Mía,  porque el hombre todavía tiene que encontrar el camino para entrar en lo espiritual.  Venid a Mí con vuestros pesares y enjugaré vuestras lágrimas.  El corazón siempre puede elevarse al Cielo, porque pocos hombres pueden leer los pensamientos de los demás."

 

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Revised: February 03, 2010