Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres     

8 de Junio de 1973 - Víspera de la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús

 

Verónica - Ahora hay destellos sobre el lado izquierdo de los árboles.  Los árboles se iluminan, oh, muy azul.  Hay una línea de contorno de aproximadamente - oh, por lo menos un pie de luz alrededor de los árboles.  Es porque Nuestra Señora y San Miguel ahora descienden de donde están los árboles.  Oh, ahora Nuestra Señora se mueve hacia el lado derecho, allí - de nuestro lado izquierdo, nuestro lado izquierdo del asta de la bandera.

Nuestra Señora está - Ella simplemente está de pie y ve hacia abajo. Ella tiene puesto un manto largo azul.  La parte externa es azul, y Su túnica es blanca.  Y hay una banda azul alrededor del centro de Su túnica.  Es muy bonita;  Nuestra Señora se ve muy bella.  ¡Oh! Esta noche Ella tiene puesta - ¡oh, Su corona es toda de rosas!  Nuestra Señora tiene puesta una bella corona de rosas.

Ahora viene San Miguel hacia adelante.  Y él ahora se inclina;  él todavía sostiene la balanza.  La balanza se ve muy dorada en la luz.  Y allí hay, oh, ahora veo a San Miguel.  Él señala con su lanza hacia el otro lado del asta de la bandera.  Oh, él señala con su lanza.

¡Oh! Del lado derecho de, nuestro lado derecho, hay una cosa de apariencia muy  horrible.  ¡Ohhh! Se ve como un - oh, se ve como un animal;  pero tiene manos como de garras - muy largos, dedos como de garras.  Y tiene dos orejas;  son puntiagudas.  Y su rostro - no tiene rostro.  Es como un - oh, oh, es nauseabundo.  Es como - oh, no lo puedo describir.  No es un duende;  es, es horrible.  Y ahora él es muy pequeño;  su cuerpo se ve atrofiado. Pero sobre sus pies - son muy puntiagudos - hay un - sus pies parecen como membranas, casi como las patas de los sapos, como dedos con membranas.  Oh, ahora San Miguel coloca la balanza enfrente de él, y San Miguel dice:

EL HOMBRE SE REVUELCA EN ERRORES...

San Miguel - "El hombre viaja por el camino hacia las tinieblas profundas.  El hombre se revuelca en errores, un pozo negro de errores.  ¡Confusión, decepción, engaño y mentiras!  ¿Por qué habéis permitido ser guiados por este camino?"

Verónica - Ahora por el asta de la bandera, hacia el lado izquierdo, se pone muy brillante.  Casi no puedo ver;  es tan brillante.  Y ahora hay - ¡oh! Jesús desciende.  ¡Oh! ¡Oh! Él es muy bello.  Está tan brillante, la luz, que casi no puedo ver Su cabello ni Su rostro.

Pero Jesús tiene puesta una capa roja;  está amarrada en Su cuello con un hilo dorado.  Ahora Él coloca Su capa sobre Su mano, así, y - oh, Él abre la parte superior de Su capa.  ¡Oh! Ahora veo que hay un gran Corazón.  Hay un gran Corazón en la parte frontal de Su túnica.  Pero ahora el Corazón - hay una gran espada.  Es, es - oh, atraviesa Su corazón, y hay sangre ahora que gotea sobre Su túnica.  ¡Ohhh!

Ahora Él viene hacia aquí; Jesús se acerca aún más.  Él está justamente por arriba de nuestras cabezas ahora, y El ve hacia abajo.  ¡Ohh!  Yo - es - ¡ohh! Siento las gotas que caen sobre todos nosotros.  ¡Ohh! ¡Ohh! Ahora Jesús se inclina.  Él coloca Su mano sobre Su Corazón.  ¡Ohh! Es Su mano derecha, y la sangre fluye a través de Sus dedos.  Y Jesús dice:

Jesús - "Ved, hijos Míos, lo que el hombre ingrato ha escogido hacerme.  ¿Habré sufrido por vosotros en vano?  ¿Pediréis un severo castigo que caiga sobre vosotros por vuestras ofensas en contra de vuestro Dios?  ¡Ceguera, corrupción, engaño! ¡Los pecados más impuros que en el tiempo de Noé!  ¿Qué será de vosotros?

“Mi Madre ha efectuado muchas visitas a vuestra tierra.  Ella implora por vuestra causa ante el Padre.  Sin embargo, el tiempo para vuestra expiación se ha acortado.  Todos os salvaréis ahora en las gotas misericordiosas de Mi Sangre que es derramada por vosotros a través de generaciones, derramadas  ahora para una generación malagradecida que ha escogido entregarse a satanás."

Verónica - Ahora Jesús cierra la capa sobre Su pecho, y El ahora retrocede al cielo.  Y Nuestra Señora ahora se adelanta.  Oh, Nuestra Señora ahora va hacia el lado derecho del asta de la bandera - nuestro lado derecho.  Y Ella ahora señala hacia el cielo. ¡Oh! Hay dos hombres que ahora descienden.

Ellos están vestidos- ellos tienen puestas largas capas.  No los reconozco ahora porque todavía no puedo ver sus rostros.  Oh, ahora se acercan más.  ¡Oh! Uno es San Roberto Belarmino.  El tiene una Biblia grande en su mano, y él se inclina, y él dice:

LAS CABRAS Y LAS OVEJAS

San Roberto Belarmino - "¡Gritad, hija Mía e hijos Míos, desde los tejados!  El hombre ahora debe leer las palabras de los antiguos profetas.  El hombre guiará su vida en la luz de la verdad, o él entrará en una pena terrible de sufrimiento.  El Padre castigará a los que El ama.  No podéis comprender, como mortales, las maneras del Cielo.  Todo el mal nunca será triunfante.  Las ovejas serán separadas en dos campos: las cabras y las ovejas."

Verónica - Ahora Nuestra Señora va hacia el lado derecho del asta de la bandera.  Ella ahora toma de Su cintura - oh, Nuestra Señora tiene Su Rosario.  Es por eso que esto - oh, yo, ya veo.  Nuestra Señora dijo que debemos llevar el Rosario durante Sus visitas aquí - en el cinturón, en el cinturón de nuestros vestidos.  Y deben quitarse para que no se pierdan.

Nuestra Señora ahora se inclina.  Ella tiene un bello Rosario.  Es todo blanco;  y las cuentas de los Padrenuestros son muy grandes - son doradas - son bellas, doradas. Oh, son tan brillantes. 

Ahora la luz le da a los Rosarios, y están tan brillantes que destellan.  ¡Oh! Y ahora Nuestra Señora se inclina.  Ella extiende el Rosario sobre - oh, Nuestra Señora desea que yo toque el Rosario.  ¡Oh!

Ahora Ella se adelanta.  Oh... oh... oh, ahora ¡lo puedo tocar!  ¡Oh, sí! Oh. Y Nuestra Señora ahora besa la cruz de Jesús - el sufrimiento de Su Hijo, Nuestra Señora dijo. Y, oh, Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Recuerda, hija Mía, otorgo sobre todos los que vienen a Mis terrenos sagrados, el poder de regresar y rescatar de satanás a sus hermanos y hermanas.  No debéis olvidar el poder de la oración al Padre.  Pedid en el nombre de Mi Hijo, y El no podrá rehusaros.  Continuad, hijos Míos, con vuestras oraciones de expiación."  (Pausa).

“Entregarás al mundo el Mensaje del Cielo.  No permitirás ninguna elaboración ni adición a Mis palabras ni a cualquier palabra del Cielo.  No debes hablar por ti misma.  Como Nuestra mensajera, no debes de opinar, hija Mía, porque solamente actuarás como portavoz para el Cielo.

“Hay muchos agentes del infierno sueltos sobre la tierra, ahora, hijos Míos.  Ellos tienen todos los medios a su disposición para vuestra captura, para la captura de vuestras almas.  Reconoced, hijos Míos, los rostros y las fuerzas del mal que están a vuestro alrededor.  No seáis malguiados por los agentes del infierno, quienes tratan de tomar de vuestra mente, por medios sutiles, la falacia y el error que no hay otro  mundo después del velo.  Os puedo asegurar, hijos Míos, que este conocimiento pronto les será dado.

“El Padre tiene grandes planes para la restauración de un equilibrio adecuado para el mundo.  Hijos Míos, Me repito a propósito.  Debéis, debéis ahora retiraros del mundo que ha sido entregado a satanás.  Es el momento de la prueba y de la limpieza.  He venido a vosotros muchas veces, en muchos lugares a través de vuestra tierra, dándoos instrucciones y la armadura para vuestra sobrevivencia durante la batalla más grande de todas.  Ninguno se perderá a menos que se vaya por su propia voluntad.

“Oración, expiación, sacrificio:  ¿Es esto demasiado pediros ante lo que pronto os llegará?  No vengo a la tierra para llenar los corazones de temor, sino traigo la realidad de lo que ha de sucederle a una generación que no se arrepiente. (Pausa).

“Hay muchos a través del mundo, vuestro mundo, que recibirán una prueba.  Esta es una prueba de fe y de amor;  porque a muchos se les pedirá que se entreguen al Padre como almas víctimas - víctimas para el Corazón misericordioso y el amor del Padre para la repatriación de aquellas almas que más ofenden al Padre."  (Pausa).

EL DESTELLO Y EL GRAN CALOR

Verónica - Ahora no miren al cielo - ¡el destello!  ¡Oh! ¡Es - oh! Veo una luz terrible.  Es un destello, pero es caliente.  Oh, ¡es tan caliente! ¡Oh! Ahora oigo voces, y las personas gritan.  Ellas están asustadas.  No hay razón para asustarse.  Nuestra Señora los salvará. No hay razón para tener miedo.  ¡No corran! No salgan al exterior;  quédense adentro.  Ohh.  Recen;  ¡permanezcan de rodillas y recen!

Nuestra Señora -  "El mundo, antes del Gran Castigo, será sumergido en oscuridad.

Verónica - Ahora Nuestra Señora se adelanta.  Nuestra Señora ahora se inclina y Ella dice:

Nuestra Señora - "Es una visión muy aterradora, hija Mía, aún para aquellos a quienes se les ha dado la gracia de saber lo que está por venir.  (Pausa).

“Hay muchas manifestaciones y muchas almas que hablarán por Nosotros a través del mundo.  Todos habrán escuchado la palabra de verdad antes de la limpieza final."

Verónica -  Ahora Nuestra Señora va hacia el lado izquierdo del asta de la bandera.  Y ahora Ella coloca ambas manos enfrente de Ella.  El Rosario ahora está sostenido en Su banda alrededor de Su cintura - la banda azul.

Y ahora Nuestra Señora extiende Sus manos, así.  Su mano derecha pasa ahora por delante de Su mano izquierda.  Y - ¡oh! Hay una luz muy brillante que emana de la mano de Nuestra Señora, así.  Baja del cielo.  Es una luz muy brillante.  ¡Oh! Es - es - ¡es bella!  Oh, la luz es tan brillante.  Es tan brillante que usted - es - ay - ¡oh! Ahora Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Estos son los rayos de esperanza que Yo le doy al hombre durante las pruebas venideras.  Todos estamos listos para guiaros aquí, así como guiaremos a Nuestros amados hijos a través del mundo.  Llevad vuestros sacramentales;  no os los quitéis, porque serán vuestra armadura.  A medida que los agentes del infierno vagan por la tierra, ellos no entrarán en las almas que se hayan armado con los sacramentales y las gracias dadas libremente por el Padre con sólo pedirlas.  Reconoced, hijos Míos, que sois mortales, lo que hará más ardua la batalla."

UNA VISIÓN DEL INFIERNO

Verónica - "Ahora huelo a - ¡ohh! un olor horrible, como de azufre y podrido.  ¡Ohh! (Verónica tiene dificultad para respirar)  ¡Ohh! ¡Nuestra Señora, no quiero ver!  Oh, Nuestra Señora desea que yo mire. 

Hay un hoyo profundo.  Oh, es, parece mucho una - oh, una caverna.  Ohh, y es - es muy - realmente huele como a carne podrida.  Y ahora Nuestra Señora me lleva hacia abajo... abajo... abajo.  ¡Oh!  ¡Oh ! ¡Ohh! ¡Ohh! Veo a personas, y todas están, a medida que pasamos, todas extienden sus manos.  Ohh - ohh - Nuestra Señora... debo de ver.  ¡Ohh!

Nuestra Señora - "Hijos Míos, veis a las pobres almas que ya no pueden ser rescatadas.  Muchos han venido aquí porque ellos fracasaron en escuchar las palabras del Padre.  Ellos han caído víctimas de los placeres de la carne. Más almas entran diariamente en este lugar terrible de sufrimiento por los pecados de la carne."

Verónica -¡Ohh! ¡Ohh! ¡Ahora vamos más abajo! ¡Ohh! (Verónica tiene dificultad para respirar).  Estos cuerpos están flotando - son personas.  Veo que son personas, pero están, están encendidas como carbones - tienen un color anaranjado.  ¡Ohh! ¡Ohh! Pero justamente detrás de ellas están estas cosas horribles.  ¡Ohh! ¡Ohh! ¡Ohh! ¡Ohh! Todos son distintos, pero horribles.  ¡Ohh! Ahora Nuestra Señora toma mi mano y vamos hacia arriba.  Flotamos hacia arriba... arriba.  Ahora se vuelve mucho más claro.  Puedo ver... puedo ver el cielo.  Ohh. Ohh. Nuestra Señora ahora va hacia - Ella no camina, Ella flota hacia aquí, y se pone muy oscuro.  Está muy, muy, muy oscuro.  Y ahora Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Hija Mía, este color es de tristeza.  La única luz en la oscuridad es el Sagrado Corazón de Mi Hijo."

Verónica - Ahora en el centro, arriba del asta de la bandera, hay un gran corazón blanco.  Ahora se vuelve un rojo muy profundo, profundo, profundo - ah - un rojo-naranja.  Oh - oh, es, es muy grande.  Cubre todo el cielo.  Ahora Nuestra Señora flota hacia allí; y Ella alcanza;  y Ella coloca Su mano sobre el corazón.

            Y ahora Ella señala hacia allí, y el cielo se llena con personas - muchas, muchas personas, pero ellos caminan, y ellos llevan cruces sobre sus espaldas.  Muchos usan coronas de espinas sobre sus cabezas. Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Ves, hija Mía, a muchos quienes van por el camino de la cruz antes de la limpieza final."

Verónica -  Ohh. Ohh. Ahora Nuestra Señora se acerca mucho, mucho.  Ella- ohh.  Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "No te apenes, hija Mía.  Es con gozo que ellos llevan sus cruces por Mi Hijo.  El mundo - tu mundo - no conoce el valor del sufrimiento, hija Mía.  Si lo supiera, habrían más quienes se ofrecerían a Mi Hijo por la misericordia del Padre en los días que han de venir.  Acepta todo el sufrimiento con gozo."

Verónica – Ahora - oh - del lado izquierdo del asta de la bandera está Santa Teresita.  Yo conozco bien a Santa Teresita.  Ahora Santa Teresita desciende por sí sola.  No, ella flota hacia Nuestra Señora.  Ella está solita, pero San Miguel está de pie a la par de todas las personas.  Todos están en el fondo con las cruces;  ellos ahora sostienen hacia arriba las cruces, hacia arriba y hacia abajo.  Y ellos están de pie allí, simplemente viendo a Nuestra Señora y a Santa Teresita.  Ahora Santa Teresita viene hacia adelante, y ella dice:

Santa Teresita - "Verónica, mi hermana, por favor divulga el Mensaje del Cielo con gran prisa.  El tiempo se acorta.  Las grandes ofensas en contra del Sagrado Corazón de nuestro amado Jesús se multiplican.  Por lo tanto, la balanza se pone muy dispareja."

Verónica - Ohh.

SUS FALDAS HASTA EL SUELO

Santa Teresita - "Debes apurarte, mi hermana, para hacer saber la tristeza de Jesús con el comportamiento de muchas de Sus dedicadas en las casas de Dios.  Ellas no deben seguir las maneras del mundo, porque éstas seguramente llevan por el camino de la destrucción.  Ahora deben bajar sus faldas hasta el suelo.

“Ellas deben regresar a la vida de piedad, pobreza y castidad.  Muchas se entregan a los placeres del mundo.  Muchas han traído escándalo a la Casa de Dios.  Reza por ellas, mi hermana;  reza mucho, porque muchas almas están siendo mal guiadas.  Rezad, mis hermanas y mis hermanos, por todos los sacerdotes en la Casa de Dios.  Ellos necesitan de muchas oraciones.  Sólo vosotros, en vuestra bondad de corazón y amor por el Padre, debéis actuar ahora para salvarlos.

“Hay cuatro agentes del infierno sobre la tierra.  Uno es ahora..."

Verónica – Ohh - Santa Teresita señala hacia la izquierda, y veo San Pedro.  Es una iglesia muy grande. Es muy grande. Oh, y veo a esta cosa de apariencia horrible.  Esta cosa - ahora él entra por la puerta.  El se ve muy ufano.  Ohh, y ahora él ha entrado a la habitación de atrás - en el cuarto fuera de la iglesia - es un cuarto al  lado de la iglesia.  Hay muchas personas reunidas allí.  Hay cardenales y obispos. Yo lo noto por la manera en que están vestidos.

Ahora uno va hacia allí, y él cuenta.  Él dice, "¡Uno! ¡dos! ¡tres! ¡cuatro! ¡cinco! ¡seis!" y él coloca ahora su mano sobre el pecho del cardenal.  Ahora a medida que observo - ¡oh! ¡Oh! Lo veo - es simplemente igual que, ¡oh! El se evapora dentro de su cuerpo - ¡simplemente se mete hacia adentro! 

Ahora ya no puedo ver más. Pero veo - Ohh - ohh.  (Pausa).  ahora veo- ¡oh! ¡Ohh! Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Sí, hija Mía, no tendrás temor de hablar, porque deben ser advertidos."

Verónica - "Ahora veo que ese - el cardenal - ahora se quita su - él tiene un sombrero muy ancho.  Ahora a medida que se quita el sombrero él sonríe, pero a medida que se lo quita - su sombrero - tienen orejas como de - como un diablo... ¡estas cosas que le salen de su cabeza como un diablo!  Y él sostiene el número - él lo levanta en su mano: cinco y uno hacen seis.  ¡Ohh!  ¡Ohh!  Ahora se vuelve muy oscuro.  Ya no puedo ver nada.  Y Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Ahora continuarás, hija Mía, hasta que Jesús te dé más instrucciones para tu Misión."

Verónica - Oh, Nuestra Señora ahora viene.  Ella está del lado derecho del asta de la bandera.  Oh, Ella es muy bella.  Ella tiene puesta la capa azul y alrededor de Su cintura, la banda azul.  Y yo dije, por favor, Nuestra Señora, todavía puedo oler ese hedor en la tierra. Oh.

Nuestra Señora - "Hija Mía, este olor extraño que te causa nausea, permanecerá contigo durante algún tiempo, porque aceptarás esto como una parte de tu cruz para la salvación de almas.  Te traerá constantemente a la mente la escena que te bajé a ver. (Pausa)

NINGÚN SUFRIMIENTO ES DESPERDICIADO JAMÁS

            "Yo sé, hija Mía, que has encontrado que la cruz se hace más pesada, pero Nosotros colocamos gran dependencia y confianza sobre ti.  El Padre conoce de tu gran amor por Él.  Por lo tanto, continuarás con confianza.  No te podemos prometer una vida sin sufrimiento, porque las gracias no se ganan fácilmente, hija Mía, a pesar que se dan libremente.  Sin embargo, seguirás las instrucciones de tu hermana,  Teresa, quien te ha enseñado su pequeña manera de ganar el Cielo a través del sufrimiento.

“Hija Mía, hazlo saber que ningún sufrimiento jamás se desperdicia, porque hay gracias que siguen detrás de estas pruebas severas."

Verónica -  Nuestra Señora eleva Su Rosario, y ahora Ella bendice: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Continuarás ahora con las oraciones de expiación, y te sentarás ahora, hija Mía.

Verónica -  ... y Él está de pie por el lado izquierdo del asta de la bandera.  Oh, El sólo está de pie allí y sonríe.  Está muy brillante alrededor de Jesús, ya que siempre hay una luz tremenda.  Simplemente parece emanar de debajo de Sus vestimentas.  Es simplemente bello.  Ahora el cabello de Jesús se ve muy largo.  Está partido en el centro, y cuelga hasta Sus hombros, pero va un poco por encima de la parte frontal de los hombros y hacia atrás.  Jesús sonríe.  Jesús dice:

Jesús - "Hija Mía, siempre me reconoces, pero aquel quien engaña, tiene muchos rostros.  Por lo tanto, debes tener mucha precaución con tus asociaciones.  No hay engaño en el Cielo.  Los espíritus que vienen a ti en los terrenos sagrados, son verdaderos.  Aquel quien engaña está más allá de los terrenos sagrados.

“Te prevengo de nuevo: Ten cuidado de una fuerza maligna que rodea un santuario de pureza.  Tratarán de detenerte con todas las mañas y engaños.  Por lo tanto, llama mucho a tus guardianes.  Ellos desean salvarte de todos los sufrimientos innecesarios.

TUSAZERI

Verónica - ¡¡Ohh!! ¡Sí! Yo - es - ¡oh! Oh, ahora lo veo, Tusazeri.  ¡¡Oh!! Cuándo puedo Jesús... ¿cuándo puedo decir? Jesús dice que ahora lo puedo decir.  Oh, cuando Jesús dijo que Él me nombraba uno de los guardianes más altos del Cielo para trabajar para mí, yo no lo vi, pero ahora lo puedo ver.

Oh - Tusazeri: él es muy, muy grande.  ¡Oh! Oh, ahora veo que gira, y él contornea, y él se vuelve muy transparente.  ¡Oh, él se contornea tanto - ¡que crea una brisa bastante fuerte!  ¡¡Oh!! Ahora él gira, y él muestra - oh, es realmente un jirón de humo.  ¡Oh!

Jesús extiende Su mano para detener el giro, porque está haciendo que los árboles ondeen.  Oh, ahora Jesús extiende Su mano.  Y ahora Tusazeri ha parado de girar, por lo que lo puedo reconocer.  ¡Ohh! Oh, ahora- él es muy, muy grande. Ahora Jesús dice:

Jesús - "Hija Mía, tú lo reconocerás.  Bendito el que no ve y cree. Sin embargo, te doy esta gracia para la continuación de tu Misión.  Explicarás, hija Mía, lo que acabo de decirte.

Verónica - Oh, Jesús quiere decir que esta es la primera vez que veo a Tusazeri.  Cuando Jesús me lo asignó hace un año, Él dijo que enviaba a uno de los más altos guardianes del Cielo para que me ayudara con mi trabajo, pero nunca había visto a Tusazeri hasta esta noche.  Él es muy grande.  Él es casi tan grande como San Miguel.

Oh, ahora San Miguel aparece del lado derecho del asta de la bandera.  Oh, él dice:

San Miguel - "¡No tanto, hija mía!"

Verónica - Oh, él está ahora de pie, allí.  Ahora San Miguel tiene un gran arco en su mano.  Él tiene un gran arco en su mano derecha, y el lleva una balanza todavía en su mano izquierda.  Y la balanza tiene un gran bloque negro en ella.  No sé lo que es el bloque, pero deben ser las abominaciones de las que habla San Miguel.

            Ahora, del lado izquierdo, Jesús está de pie.  Y Él cambia Su manto hacia Su otro brazo.  Ahora Tusazeri ha regresado detrás de Jesús.  Él está de pie detrás de Jesús ahora... simplemente como que flota. El simplemente se fue flotando detrás de Jesús.  Y Nuestra Señora viene, y ella habla muy suavecito, y dice:

Nuestra Señora - "Continuad con vuestras oraciones, hijos Míos.  Se necesitan muchas."

Verónica - Ahora Jesús está - oh, ahora Jesús se adelanta.  Él está del lado izquierdo del asta de la bandera, ahora, y Él extiende Su mano muy arriba de Su cabeza, y Él hace una seña.  Él tiene Sus - como Sus tres dedos hacia afuera, y Él hace la señal de la Trinidad.  Está cuadrado, así. Él sonríe.  Él piensa que es muy divertida la manera como yo lo explico, pero es difícil explicarlo desde aquí. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Jesús va hacia el lado izquierdo de - nuestro lado izquierdo del asta de la bandera sería por aquí.  Y El ahora se adelanta un poco.  Y noto que Su capa ondea, por lo que debe haber viento.  Él está por el centro del asta de la bandera ahora.  Y Él extiende Su mano sobre Su cabeza: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Oh, ahora Jesús flota hacia acá.  Nuestra Señora también viene, y Ella sigue detrás de Él.  Él viene hacia el lado derecho del asta de la bandera, y El baja muy cerca.  Él está cerca de - detrás de la estatua de Nuestra Señora.  Y ahora - oh - Jesús extiende Su mano arriba de Su cabeza: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Y ahora Jesús ve hacia abajo, y sonríe.  Él va a bendecir a todas las personas a mi lado derecho, lo que sería Su lado izquierdo, hacia abajo.  Oh, ahora Él extiende Su mano hacia este lado derecho.

            Jesús extiende Su mano delante de Él, y ¡allí están de nuevo esos haces de luz!  Hay haces de luz - ¡oh!  Ahora Él - oh, ahora Él extiende Su mano enfrente de Él, y los haces de luz bajan ahora sobre el lado izquierdo.  Ahora están justamente entre nosotros.

Yo me siento como si estoy en el centro de ellos ahora, y los haces de luz son muy fuertes.  Ellos son muy, muy brillantes.  Puedo - ahora puedo estirar mi mano, y puedo sentirlos venir aquí, pero no son calientes.  Simplemente son brillantes.  Oh, ahora Jesús flota hacia acá con Nuestra Señora, y Él está de pie allí.  Ahora Él eleva Su mano.

Nuestra Señora también coloca Su Rosario enfrente de Ella, y Ella va a bendecir a todos con Su crucifijo de Su Rosario, así: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Ahora Jesús flota hacia el lado izquierdo del asta de  la bandera.  Él está de pie por los árboles.  Y ahora Él dice:

Jesús - "Continúa, hija Mía, ahora.  Puedes tocar tu caja de música.

 

 

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Revised: February 03, 2010